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domingo, 27 de abril de 2008

Baal


En la mitología de oriente próximo Baal significa "señor". Era un apelativo común de las deidades semíticas occidentales.Baal solía ser un dios celeste, relacionado con el sol o las tormentas, adorado por fenicios, caldeos, babilonios, sidonios e israelitas.Era el dios más importante del panteón fenicio.
En los textos ugarítigos (Ugarit era una antigua ciudad de la costa siria) es Baal-Safón (Jebel el-Aqra). Se le relaciona con la antigua deidad siria Hadad (el Adad mesopotámico)

Recibía el apelativo de "Jinete de las Nubes", y su manifestacaión eran los rayos y truenos.
En los textos de Ras Shamra también se alude a Baal (llamado también Aliyán Baal) como “Zebul (Príncipe), Señor de la Tierra” .
Estos nombres armonizan con una representación de Baal en la que se le muestra sosteniendo en la mano derecha un garrote o maza y en la mano izquierda un relámpago que acaba en una punta de lanza. También se le representa llevando un yelmo con cuernos, lo que alude al toro, con el que se le identificaba como símbolo de vitalidad, vigor sexual y fertilidad.

Se creía que los cambios de estación y los efectos subsiguientes eran ciclos producidos por los interminables conflictos entre los dioses. El que cesasen las lluvias y se marchitase la vegetación se atribuía al triunfo del dios Mot (dios de la muerte y la aridez) sobre Baal (dios de la lluvia y la fertilidad), lo que obligaba a este último a retirarse a las profundidades de la tierra. Por otro lado, se pensaba que el comienzo de la estación lluviosa indicaba que Baal había despertado a la vida, lo que era posible gracias al triunfo de Anat, su hermana, sobre Mot, permitiendo que su hermano Baal volviese al trono. La unión de Baal con su esposa, probablemente Astarté (Astoret), se creía que garantizaba la fertilidad durante el año entrante.

Los agricultores y ganaderos cananeos realizaban rituales prescritos (magia imitativa e incitativa) durante sus fiestas religiosas. Con ellos pretendían estimular a sus dioses a actuar según el modelo representado en esas fiestas. De modo que la vuelta a la vida de Baal para ser entronizado y unirse a su consorte se celebraría con ritos de fertilidad, orgías sexuales desenfrenadas.

También en muchos mitos guerrea contra las aguas indomables del mar, personificadas por el dios Yam ("el mar").La prosperidad de Ugarit dependía en gran medida del tráfico marítimo. Baal era vencido invariablemente por sus enemigos, pero siempre resurgía de nuevo en un renacer cíclico, representando así también los ciclos estacionales marítimos.

Cada localidad tenía su propio Baal, al que se solía nombrar con la cumbre de la montaña que era su dominio habitual. Por ejemplo, el Baal de Peor (Baal-peor), adorado por moabitas y madianitas, tomó su nombre del monte Peor.

En el cristianismo y el judaísmo Baal, como muchos, engrosó la lista de dioses paganos "demonizados".En demonología es el principal rey del infierno, tiene a su servicio sesenta y seis legiones de demonios. Tiene el poder de hacer invisibles a quienes lo convocan, puede volver a un hombre en un sabio y según algunos autores es más poderoso en octubre.Se le describe como una combinación entre humano, gato y sapo. En el diccionario infernal aparece con las cabezas de los tres seres y con patas de araña.

En uno de los mitos relacionados con Baal se nos cuenta que en una ocasión la diosa Anat (hermana de Baal) se ungió antes de bajar a la orilla del mar, donde desencadenó una matanza entre la gente.Cargada con las cabezas y las manos cortadas de sus víctimas, sedienta de más violencia, convirtió los enseres de su hogar en un ejército.
Al final, la sangre derramada le llegaba hasta las rodillas. Finalmente, su sed de sangre se ve saciada, vuelve a la normalidad y se lava con rocío y lluvia. Mientras, Baal envía una embajada desde el monte Safón para pedirle que se reuna allí con él.Baal se lamenta de ser el único dios que no posee casa y corte, y Anat le promete hacerse cargo del asunto.Anat visita la casa del padre de ambos, "El", quien simplemente le contesta con evasivas.Alguien aconseja a Anat que vaya en busca de Kothar-Hasis, el inteligente constructor, que abandona Egipto para afrontar el encargo.
Después de una conspiración contra Baal, este queda convencido de que debe ofrecer su palacio a Yam, el dios del mar.
Baal tiene una premonición: pronto "se va a encontrar entre las piedras de la corriente".Yam manda un mensaje a "El", para que le entregue a Baal, y aunque este último se resiste, finalmente es vencido.Yam intenta fijar su residencia en el palacio inconcluso (el edificado originalmente para Baal), pero es demasiado pequeño para él, Y Kothar-hasis es llamado para que construya otro palacio aún mayor para Yam.
El dios constructor va a buscar a Baal, quien "se encoge bajo el asiento del príncipe Yam", y le dice que ha llegado el momento de desafiar a Yam y reclamar su reino. Le entrega dos armas mágicas, que Baal emplea para vencer a Yam.Baal parte con Anat para visitar a Astarté, la señora Asherah del Mar, la esposa deportada de "El", para que convenza a "El" de que lo autorice para la proseguir la construcción de su palacio.
Astarté, complacida por las ricas ofrendas que le presentan, da su conformidad para interceder , que queda tan gratamente sorprendido por la visita que finalmente consiente en la continuación de la edificación del palacio.Se convoca a Kothar-Hasis, y Baal le pide que no construya ventanas en el palacio.

Cuando finalmente el palacio está acabado, Baal prepara un banquete para celebrarlo. Baal regresa después de saquear noventa ciudades y revoca su anterior decisión relativa a las ventanasa de su palacio.Alza la voz hasta que la tierra tiembla y es entronizado en el palacio.
Pero, en el auge de su poder, sabe que su sino es "descender por la garganta de Mot" (la muerte).Comprueba que se aproximan a su palacio tormentas de polvo (mensajeros de Mot) e invita a éste a que acuda a palacio.Pero Mot declina la invitación y amenaza con engullir a Baal, quien tiene que obedecer su requerimiento de descender al inframundo y recibe instrucciones de como llegar hasta allí. De camino ve una vaquilla y copula con ella; ello da pie al nacimiento de un bey llamado "hermano gemelo".Llegan mensajeros al palacio de "El" y anuncian la muerte de Baal.Lo lloran, y Anat se marcha en busca de su cuerpo para enterrarlo con todos los honores en el monte Safón. "El" llama a Astar, uno de los hijos de Astarté, quien está ansiosa por elevar a su propio hijo al trono de Baal.Pero el trono se revela demasiado pequeño para ocupar el enorme sitial de Baal.Anat decide ir al inframundo a buscar a Baal.Cuando Mot admite haberse comido al joven dios, Anat monta en cólera, agarra a Mot y lo descuartiza, lo escudriña, lo quema, lo pulveriza y lo muele.
Mientras, a "El" le piden que actue como intérprete de sueños y averigue si Baal aún sigue vivo.Si soñase que de los cielos llueve aceite y por los valles corre miel, ello significaría que Baal no está muerto."El" tiene efectivamente tales sueños, y envía a Anat, acompañada por la diosa solar Shapash, a por Baal.
"El" describe los campos asolados que aguardan al horrendo (mojado) refiriéndose a Baal. Shapash instruye a Anat para que vierta "vino centelleante" en odres y traiga guirnaldas.Baal regresa.

Pasados siete años, Mot, que ha revivido, plantea otro desafío.Ordena que uno de los hermanos de Baal sea asesinado para expiar los agravios que le ha inflingido Anat.
Baal pretende complacerlo, pero intenta burlar a mot ofreciéndole "hermanos de Mot" (quizás janalíes, sacrificio usual realizado a los dioses ctónicos de Ugarit).
Cuando Mot descubre que ha comido de su propia sangre, se dirige a Safon y ataca a Baal. Luchan encarnizadamente, pero ninguno consigue derrotar al otro. Shapash interviente y advierte a Mot de que "El" le arrebatará el control del inframundo si continua combatiendo a Baal.
Mot se retira. Se celebra el reino eterno de Baal y los dioses se reunen en banquete y piden a la diosa solar que gobierne los espíritus de los difuntos con ayuda de Kothar-Hasis.



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